•sábado, octubre 23, 2010
Para cuando no se puede recibir a Jesús en la Eucaristía.

Consiste en orar con fe y con amor, expresando el deseo recibir a Nuestro Señor Jesucristo en el Sacramento de la Eucaristía y pidiendo recibirlo espiritualmente.   


 Oración para la comunión espiritual de un efermo  -con la participación de otras personas.

 Oración personal para comunión espiritual

Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, 
humildad y devoción con que te recibió tu santísima Madre; 
con el espíritu y fervor de los santos.

 O bien:

Fórmula de San Alfonso María de Ligorio

Creo, Jesús mío, que estáis realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. 

Os amo sobre todas las cosas y deseo recibiros en mi alma. 
Pero como ahora no puedo recibiros sacramentado, 
venid a lo menos espiritualmente a mi corazón. 

(Pausa en silencio para adoración)

Como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno todo a Vos. 
No permitáis, Señor, que jamás me separe de Vos. Amén.

Eterno Padre os ofrezco la Sangre, el Alma, el Espíritu, 
el Cuerpo y la Divinidad preciosísima de Tu Hijo Jesús 
en expiación de mis pecados, los pecados del mundo entero y 
las necesidades de nuestra Santa Iglesia Católica.  Amén.

•sábado, octubre 23, 2010
La Eucaristía: (La Santa Hostia) es Jesucristo vivo, su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, que se hace presente cuando el sacerdote consagra el pan y vino en la Santa Misa. 

Estos elementos se convierten en el Cuerpo y la Sangre del Señor (Transubstanciación). Recibir la Eucaristía (Comunión) es recibir a Jesucristo. La Eucaristía, explica el Papa León XIII, contiene "en una variedad de milagros, todas las realidades sobrenaturales" (Encíclica Mirae Caritatis).

"No es posible recibir la eucaristía como un alimento privado para después encerrarse en el propio individualismo. (La Eucaristía) nos une al Señor y en ese sentido nos une entre nosotros. Es vinculante, en el sentido de que nos hace miembros del Cuerpo de Cristo, cuya unidad se constituye en los vínculos de la profesión de fe, de los sacramentos, del gobierno eclesiástico y de la comunión". -Cardenal Ratzinger, 22-XII-03