•lunes, julio 12, 2010
Había una vez una rosa roja muy bella, se sentía de maravilla al saber que era la rosa más bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos. .... Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro, y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo: Está bien, si así lo quieres. Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa: y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. -Le dijo entonces: Vaya que te ves mal. ¿Qué te pasó?La rosa contestó: Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual. El sapo solo contestó:Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín.

Autor desconocido


A veces nos centramos tanto en nosotros mismos, en todo lo que somos o somos capaces de hacer y no damos valor a los que están a nuestro alrededor, hasta que como el sapo, desaparecen de nuestro lado, y entonces descubrimos cuánto valen y cuánta falta nos hacen. 
Cada una de las personas que están a nuestro lado están por algo, ninguno ha llegado por casualidad, en cada uno de ellos, Dios tiene un propósito para nosotros, aunque a veces como la rosa, no nos demos cuenta.

Mari Loli.


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