•martes, abril 13, 2010
La señal de la Cruz
Es como un sello de Cristo, una profesión de fe. También se usa para bendecir personas y cosas.
Se alza la mano derecha, con los dedos juntos, desde la frente hasta el pecho, justo encima donde descansa la mano izquierda (En el nombre del Padre y del Hijo); después, la mano derecha va desde el hombro izquierdo al hombro derecho (y del espiritu Santo)

Los golpes de pecho
Es signo de arrepentimiento por los pecados y signo de humildad

Ojos levantados al Cielo
Es signo de súplica confiada a Dios Padre.

Imposición de ceniza
Es signo de humildad y arrepentimiento.

Imposición de manos
Es signo de una acción sobrenatural por parte de Dios.

Manos elevadas y extendidas
Es signo del alma que espera ayuda del Cielo.

Manos que dan la paz
Es signo de paz, frente al puño cerrado, que es signo de lucha.

De pie
Es la postura de la oración solemne y también la actitud del que está dispuesto a obedecer enseguida. En las pinturas de las catacumbas se comprueba que los primeros cristianos usaron esta actitud. Significa la libertad de los hijos de Dios, liberados del pecado. Por eso los fieles están de pie durante gran parte de la Misa, que es una oración solemne a nuestro Padre Dios; y también durante la lectura del Evangelio, expresando que desean poner por obra lo que están escuchando.

De rodillas
Es actitud de carácter penitencial. Es signo de humildad y arrepentimiento. En la piedad occidental es signo de adoración. Por esa razón se introdujo la costumbre de ponerse de rodillas durante la Consagración, al recibir la Comunión y la Exposición del Santísimo.

Sentados
Es la actitud del maestro que enseña o del jefe que preside con autoridad. Eso explica que el obispo tenga una cátedra, desde la que preside y enseña. Es la actitud también de escucha por parte de los fieles, que están sentados en las lecturas previas al Evangelio, en la homilía y en la ceremonia de las ofrendas.

Inclinación
Es la actitud del sacerdote al recitar ciertas oraciones y de los fieles al recibir la bendición del sacerdote. Es signo de veneración, respeto y humildad. Tiene una variante, que es la genuflexión, practicada en Occidente desde el siglo XVI. El sacerdote hace una genuflexión al elevar la Sagrada Hostia, después de elevar el Cáliz y antes de comulgar; para la Santa Cruz, en el Viernes Santo; tradicionalmente, ante una reliquia de la Santa Cruz expuesta para la veneración. Cuando el Sagrario contiene el Santísimo se hace genuflexión cuando se pasa delante de él, tanto el celebrante como el diácono, los ayudantes, los lectores, etc. Es signo de respeto y adoración. Una inclinación de cuerpo o de cabeza no sustituye a esta genuflexión, salvo en el caso de las personas incapacitadas físicamente. No hacen genuflexión sin embargo, los ayudantes cuando llevan el incensario, la cruz, las velas, etc.; o el diácono cuando lleva el Evangeliario.

Postración
La postración de todo el cuerpo es signo de total donación personal a Dios. Es un signo de humildad y penitencia que aparece con frecuencia en la Biblia. Se reserva a los que los que reciben una consagración definitiva de manos del obispo; a los ordenados in sacris, a los diáconos, las vírgenes y los abades; y al sacerdote y al diácono al comienzo de la solemne acción litúrgica del Viernes Santo.

Procesión
Simboliza el carácter peregrinante de la Iglesia. El sacerdote va en procesión al comienzo de la Santa Misa, los fieles cuando comulgan y presentan las ofrendas. Y en fiestas como el Domingo de Ramos o el Corpus Christi hay procesión dentro del templo. También hay procesiones fuera del templo, por ejemplo en la fiesta de Corpus Christi.
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