•miércoles, abril 07, 2010
La fiesta de la Resurreción de Cristo no termina el Domingo de Pascua; durante toda la semana siguiente los católicos celebramos la Octava de Pascua.
Esta es la primera semana, de las siete, durante las que viviremos la Resurrección de Cristo; se considera como si fuera un solo día, es decir, el júbilo del Domingo de Pascua se prolonga ocho días seguidos.
Durante toda la semana posterior a la Semana Santa las lecturas evangélicas se centran en los relatos de las apariciones del Resucitado, la experiencia que los apóstoles tuvieron de Cristo Resucitado y que nos transmiten fielmente.
A las siete semanas del Domingo de Pascua celebraremos Pentecostés, la venida del Espíritu Santo.
Esta es la primera semana, de las siete, durante las que viviremos la Resurrección de Cristo; se considera como si fuera un solo día, es decir, el júbilo del Domingo de Pascua se prolonga ocho días seguidos.
Durante toda la semana posterior a la Semana Santa las lecturas evangélicas se centran en los relatos de las apariciones del Resucitado, la experiencia que los apóstoles tuvieron de Cristo Resucitado y que nos transmiten fielmente.
A las siete semanas del Domingo de Pascua celebraremos Pentecostés, la venida del Espíritu Santo.
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